¡Arqueros, a sus plumas!
Habita tu cuerpo y tu momento presente con toda tu presencia
y enfoca tu mirada hacia donde quieres apuntar…
Sostén tu visión de un mundo que quieras vivir… en el seno de una humanidad compasiva y colaborativa.
Sosténla con toda tu presencia y atención. Con todo tu corazón, toda tu coherencia. Siéntela en todo tu cuerpo. Trae a la tierra, a tu momento presente ese entusiasmo, esa gratitud, en plena humildad.
Con la maestría del arquero mantén tu enfoque.
Se trata de traer el cielo a la tierra.
Se trata de saber qué es lo que quieres realmente e evocarlo.
“Si evitamos construir nuestra realidad, se creará la experiencia que proponga el afuera.
O creas o te crean.
En primer lugar es necesario identificar qué queremos
y así poder acompañar la voluntad y recrearla diariamente.”
Gemma Rabionet
MOSAICO DE VISIONES
“Me levanto por la mañana, escucho en las noticias que se celebra el quinto aniversario del fin de aquella pandemia. Recuerdo con nostalgia ciertas noticias de cambios que se fueron dando estos años. Como a finales del 2020, que Ferrari anunciaba en Italia que comenzaría a fabricar respiradores artificiales y material hospitalario para entregar donde sea necesario, y se dejaría de fabricar coches de lujo. En España la industria del futbol se volvía una entidad sin fines de lucro, utilizando el excedente en ganancias para sostener un sistema de salud público y gratuito de primer nivel. Como en el 2024 hablar ya de España o Italia, quedaba en el lenguaje de la gente mayor, porque hablar de naciones era ya algo anecdótico.
Salgo de casa pensando en cómo el estado de cuarentena nos había hecho entender que cosas eran importantes y cuales no tanto. En cómo aquél pequeñín que apodamos coronavirus, nos había hecho darnos cuenta de todas aquellas similitudes que tenemos entre los seres humanos, dejando de lado esas diferencias que nos mantenían divididos. La competición, reflejada en unas olimpiadas deportivas, quedaría acabada en el 2020. La colaboración se convertía en el camino a seguir por la humanidad.
Llego a casa de mis padres, pensando en como la naturaleza, utilizando una secuencia de ADN tan corta, había acomodado ciertas cuestiones que le producían picazón. Toco la puerta y me recibe mi madre. La abrazo con todas mis fuerzas y cariño, voy comprendiendo por fin que cosas son importantes.”
Marcos R. (marzo 2020)
“En dos semanas Abro mis ojos suavemente, respiro suave y profundamente, se dibuja una sonrisa en mi rostro y pienso:
Gracias por este nuevo día, bendigo todo lo que pase.
Veo a mi esposo dormir tranquilamente, Me levanto con calma tomo un vaso con agua y la bendigo le agradezco su Sanación su flexibilidad. Camino A mi espacio de meditación, siento emoción y gozo por el espacio que abriré conmigo misma, respiro hondo desde mi corazón creo coherencia cardiaca, percibo la expansión de todo mi ser, me unifico con la creación. Cuando termino experimento total claridad mental y calma interna.
Prosigo con mis labores, despertaré a mi hijo con un beso, oramos juntos agradeciendo umm nuevo día. Desayunamos con calma y sonrisas, salimos al cole y el sol nos abraza, el viento nos acaricia, las aves y garzas cantan, las personas q se cruzan por nuestro camino sonríen y saludan.
Me sigo a mi trabajo.
En el camino escucho que la economía se ha establecido, que se usando solo energías limpias en todo el planeta, que los indígenas y nativos de todas partes están siendo protegidos y apoyan a sus economías sustentables, que la educación en todos los niveles contempla el Alma y su desarrollo.
Al llegar a mi trabajo con los chicos con los que trabajo en las secundarias mis alumnos me reciben con abrazos, acaricio sus mejillas, nuestras miradas se reconocen como almas aliadas, veo su potencial desplegándose y ellos sienten mi amor y respeto.
Mi corazón está lleno de gozo ratifico a cada instante con total certeza que todo está unido, que hay un orden perfecto y que somos y seremos siempre UNO.”
Araceli G. (marzo 2020)
No sé cómo expresar tanto a la vez, de repente dos días se sienten como dos vidas, se despiertan miedos míos, otros de fuera, otros de mi sistema familiar, del inconsciente colectivo, del universo. Transito a la vez lo opuesto, el amor, la grandeza de los corazones uniéndose, la incondicionalidad, la cooperación, la unidad.
Soy tu, tu eres yo, te y me necesito en casa para ayudarnos. Un anhelo común nos une EXISTIR, una consciencia nueva quiere SERVIR.
Leyes universales susurran, la madre tierra que nos acoge viene a expresar: Mi esfera no puede estar dividida, no hay tierra llamada continentes, países, ni naciones, soy la misma, no dibujéis fronteras, somos lo mismo, les he parido a todos por igual, sois hermanos, no estamos ni estuvimos separados, somos un sistema, una misma célula expandida. Cierra los ojos, escucha tu corazón es un latido universal, siente como el alma nos eleva, una sola mente nos piensa. Una sola consciencia Dios observa. Regresa a tu esencia hijo y borra las fronteras con tus hermanos, aprendan y recuerden que soy el hogar de todos. Reconócete en todos, eleva la vibración y entrega amor al prójimo como a ti mismo.
Así será… Un día muy cercano despertamos de este sueño y viviremos para siempre en Amor, armonía, paz, respeto y equilibrio con nuestro padre y madre universal.
Patricia Guerra (marzo 2020)
“Silencio, del miedo al silencio.
La melodía más hermosa que no podíamos escuchar ahora se ha hecho clara.
Todos hemos renacido al sentir, al corazón, al latido.
Madre tierra nos lo regala, lo veíamos con miedo y como una madre cariñosa y sabía nos obligó a parar…
Respira, respira, respira nos susurró y el miedo nos hacía faltar la respiración…
Respira, respira, respira, con calma nos repitió, y el amor surgió.
Regalo en forma de cuarentena, en principio desdeñado y finalmente amado.
Hoy la Tierra y la humanidad vuelve a respirar, esta vez sin miedo y en total coherencia.
La pandemia acabó siendo el pan de mi amor, dijo nuestra Madre.
Y con un suspiro de amor, respiro, respiro y respiro.”
Patricia R. (marzo 2020)
Vivo en una parcela con espacio comunitario, con familias de amigos, donde todos los niños comparten y juegan. Vivo con mis hijos, Miguel y sus hijos. Tengo jardines, árboles frutales y huerto. Me despierto temprano y feliz a tomar un rico desayuno. Almorzamos todos juntos en el patio en una mesa gigante. El país es un lugar saludable y feliz para vivir, la gente trabaja contenta, todos se preocupan de su salud y bienestar. Los chicos pueden estudiar lo que quieran. La gente mas inteligente crea nuevas empresas, siempre cuidando el bien común y el medio ambiente. Se cuidan los recursos naturales. Los gobernantes son por sobretodo buenas personas. Se ayudan de los consejos de ancianos y de los de jóvenes. Todos aportan ideas para mantener la paz. Trabajo entre el campo y la empresa, sigo prosperando en el ámbito de las empresas que cultivan la felicidad. Tengo muchos amigos, hablamos muchísimo y también nos reunimos a cantar, pintar o danzar. Siempre estoy estudiando diferentes cosas o aprendiendo de la tierra. Mis hijos son felices creciendo en amor y protección. También ayudo a personas con problemas que vienen buscando escucha o consejo.”
Carolina (marzo 2020)
“Traemos a este círculo alrededor de la hoguera las historias que nos enseñan y acompañan.
Hace muchos años cuando casi todo era prisa y acumulación, se extendió una enfermedad muy en consonancia con los tiempos: se contagiaba con gran rapidez y, aunque no era demasiado grave, pronto acumuló gran cantidad de personas enfermas, entre ellas, tristemente, algunas sin recursos para resistirla. La pandemia colapsó países, estremeció sus economías y despertó conciencias. Al principio fue dramático pero consiguió hacer recordar la fragilidad de lo material, la fuerza de la solidaridad, la alegría de compartir y la esperanza de formar parte de algo tan grande que traspasa paredes, puertas, carreteras y fronteras.
Enseñó a respirar en armonía con la naturaleza, a vibrar con amables y generosas intensidades y a disfrutar con los ojos cerrados y el corazón abierto.
Por eso traemos a este gran círculo alrededor del fuego sus relatos, canciones y danzas para que nos sigan enseñando y acompañando.”
Txaro (marzo 2020)
“Los días antes del confinamiento
Observaba cada vez más conscientemente la sensación de ser un humano más en este planeta pero cada vez más conectada con el todo, con cada persona, con cada alma, todos formando parte de una constelación más grande, más universal, hilos de luz que nos unen a todos desde ese fondo, esa esencia que es el amor.
En mi interior con una paz inquebrantable.
No exenta del arcoíris emocional y su inmensa gama de colores ante diferentes situaciones cotidianas o de otros tiempos pasados y futuros.
Pero todo este abanico sostenido conscientemente, respirándolo y aceptándolo tanto en mi como en los demás.
Con esa sensación que se iba generalizando en mi vida a niveles profundos, cada vez me veía más inmersa en grupos de personas conscientes. Todos ellos conectados por redes sociales a nivel mundial.
Todos grupos de personas meditadoras que quedábamos para unirnos a meditar o no, pero sabiendo que se estaba fraguando algo en niveles sutiles…
Cada vez se unían Mas personas, cada ves nuevos grupos aparecían. Cada vez Mas personas en esta línea…
Incluso me llegó a parecer que había más personas que meditaban que los que no…
Con esa sensación y esa vibración después de meditar en mi casa al levantarme como todos los días.
Salí hacia mi trabajo…
Con esa sensación de quietud y silencio interno…
Rodeada de toda esa red invisible de la que sentía formar parte y a la vez cada más palpable, sutil, de toda esa red que estábamos formando en silencio…
La revolución silenciosa
Al día siguiente
Poco a poco…
Viene el confinamiento…
Primero lo vemos a lo lejos en otro país…
Luego de va acercando cada vez más…
Hasta que en un día y medio nos ha alcanzado y estamos confinados…
Las calles en silencio…
Todo el mundo en sus casas….
El mundo en silencio…
El miedo disparado hace que la creatividad pegue un pico!!!
Las redes saturadas de WhatsApp con buen humor!!!
Las redes infectadas de noticias de todo tipo contradictorias una año segundo después la otra…
La ambivalencia de emociones con su amplio abanico de colores se mueve á nivel mundial.
Ya no solo está en casa uno de nosotros.
Ya está en todo…
Nos hemos unido en uno..
En ese uno que nosotros sabemos que existe…
Grupos de mediadores crecen y crecen con nuevas iniciativas todas cargadas de amor , solidaridad, compasión, ayuda a los demás…
Todos unidos por la red…
La red que permite vernos y la red invisible que une nuestros corazones en un unido latido…
El mundo está meditando…
El planeta Tierra está meditando…
Ha oído el silencio…
Quiere silencio…
Todo fuera está en silencio…
Mi agradece con su sol
Lo agradece con su lluvia…
Vuelve a demostrarnos en abanico de emociones que las madre Tierra también tiene…
Todos en silencio…
En nuestras casas unidos para meditar a nivel mundial…
Fuera meditan las calles también en silencio y la madre Tierra agradece en lo más profundo este silencio…
Este respeto…
Esta pausa…
Este aviso….
La madre Tierra está meditando…
Y el silencio del universo con esa paz que imagino hay…
Ser hace también más palpable…
Todos unidos…
Todos en uno…
El futuro…
El futuro no lo sé…
Me nutro de todos vuestros relatos…
Me nutro de toda esta red y todas estas iniciativas…
E imagino…
Que este presente lleno de amor…
Sólo puede traer más amor…
Aunque el arcoíris y el abanico a primera vista es lo que más se ve…
Será duro…
Es la realidad
Para unos más que otros…
Pero en mi interior…
Ha conectado dejando atrás la imaginación y las suposiciones…
Con todo eso que somos…
Con todo eso que nos devolverá en su día a todos…
Al silencio….
Gracias por existir”
Diana O. (marzo 2020)
“La Armonía se expande por el planeta al ritmo de una vida plena. Los seres que habitan el Mundo son conscientes por libre proceso de comprensión. La existencia goza de todos los derechos por nacimiento; animales, plantas, minerales, elementos, etc. El agua fluye cristalina, las emociones que transporta son el fruto de un sentir unificado. El Planeta Tierra ha dado el salto Cuántico que tanto anhelaba el Cosmos. La Sabiduría y el Ser Humano se han fusionado. La Consciencia dirige el Universo. Y con Amor, así es.”
Selena (marzo 2020)
“Ya salió😊
Y se instauró, por fin, la cultura del silencio.
Recuerdo aquella mañana, durante el aislamiento de la cuarentena, en la que me dí cuenta de cuán profundo era el silencio a mi alrededor.
Yo vivía en el campo y me encontraba paseando en el bosque como hacía cada día acompañada de Risco, mi perro. Reconocí, en aquella soleada mañana de primavera, el silencio de la montaña.
Pero yo ya no vivía en la montaña! Conocía bien su quietud y silencio, pero ahora vivía muy cerca de una gran ciudad y de núcleos grandes de población. Los ruidos de coches y camiones eran frecuentes, aunque algo lejanos en ”mi” bosque.
Pero aquella mañana no estaban. Sólo profundidad silenciosa y los pájaros, que no entienden de silencio, ni tampoco de barullo humano. Algún ladrido lejano. Quietud y silencio. Como en la montaña. Cuánto lo echaba de menos! Y ahí estaba él, en pleno siglo XXI, a escasos minutos de fábricas y ciudades paradas. Rodeada de carreteras vacías.
Y entonces no sólo yo, si no mucha, mucha gente más, despertamos.
Lo hicimos en medio del nerviosismo y la desesperación. De la angustia y la ansiedad.
Lo hicimos en medio de la quietud y el silencio forzados.
Lo hicimos gracias a ese bichito microscópico nacido de la pura necesidad de la Gran Conciencia.
Nos acallamos y nos acurrucados quietecitos en nuestros re-descubiertos nidos, que hace mucho tiempo habían sido abandonados.
Y Despertamos.
Despertamos cuando todo acabó y no quisimos volver. No regresamos a las prisas, no lo hicimos tampoco en coches particulares muy conscientes ahora de cuán ruidosos y contaminantes son. No quisimos volver a separarnos de nuestros seres queridos conscientes de cuán poco puede durar la vida junto a ellos.
No volvimos a gritar. Ni a correr. Nos habíamos acostumbrado a la calma y al silencio.
Gracias bichito. Gracias sabia vida.
Ahora, en ”mi” bosque recibo a mucha gente, que poco a poco van viniendo en busca de una conexión perdida. Yo sólo sostengo, junto a la poderosa Natura. Ellos y Ellas se reencuentran.”
Sabela (marzo 2020)
“Silencio, CALMA. Me levanto, desayuno en la cama y hago mi primera meditación del día y sigo con mis lecturas. Aprecio mi espacio, mi estancia, mi confort. El confort de mis cosas comunes, de mi silla, mis bolígrafos, mi certeza de mi. Mi mismidad. Me siento a ver el teatrillo político y me impacto de que no me impacto. Observo los gestos, sus rictus, su mirada, en cualquier caso no va conmigo. Asisto a un espectáculo en lo que realmente importa esta en otro lado. En mis conversaciones, en mis escuchas a los amigos de siempre y a los nuevos amigos, entre ellos a los vecinos a los que nunca me he parado a escuchar. En el patio ya no se escuchan las conversaciones de las familias, aunque si se siguen viendo la colada tendida. El paso de la vida se hace sentir. El silencio, el diálogo de los pájaros se hace más claro, más presente y me reconforta. Me tranquiliza. La vida sigue siendo bella. Muy bella.”
Nuria (marzo 2020)
“Ha llegado la primavera.
Después de un invierno especialmente largo. Sin fechas ni solsticios. Con días de más de 24 horas.
Ha llegado el reloj de la vida.
Después de un invierno oscuro de dolor, silencioso por el miedo, dudoso de florecer, temeroso de cantar viejas y nuevas melodías.
Ha llegado la orquesta de la naturaleza.
Después de un invierno de momentos profundos, de segundos vacíos y de vidas congeladas
Ha llegado el movimiento, el avance.
Después de un invierno incómodo, sin Alma, sin tacto ni olores, vacío de conversaciones, ciego de miradas.
Has llegado tu.
Hemos llegado nosotros.”
Mar (marzo 2020)
CÓMO ME IMAGINO…
Me imagino FELIZ, corriendo hacia el mar, acariciando sus olas y sumergiéndome en lo más profundo de su ser, cual sirena que regresa a su hogar. Me dará claridad. Dando gracias por volvernos a encontrar.
Me imagino FASCINADA, contemplando amaneceres, atardeceres y puestas de sol. Flores, aromas y colores bajo mis pies. Naturaleza, pura vida. Conectando con mis raíces. Me dará serenidad. Dando gracias por volverlo a contemplar.
Me imagino EMOCIONADA, asistiendo a conciertos, cerrando los ojos y sintiendo la música, sintiendo al artista, al cantante… sintiendo su emoción, su pasión; vibrando alto, al unísono, a través de sus palabras. Me llenará el alma. Dando gracias por volver a sentir.
Me imagino COMPLETA, reencontrándome con mis seres queridos; familia, amigos y conocidos. Sonriendo, sin escatimar en besos y abrazos. Piel contra piel. Alimentará el amor. Dando gracias por expandir mi corazón.
Me imagino COMPASIVA, observando y escuchando a la gente conocida o no, a las personas, a los niños. Descubriendo sus necesidades, descubriendo su interior sin necesidad de hablar. Devolviéndoles respuestas o interrogaciones, esperanza, felicidad, fuerza, valor y comprensión. Me dará paz. Dando gracias por servir a quien yo quiero.
Me imagino VIVA, transmitiendo mis deseos, mis anhelos, mis sueños y mi humilde sabiduría a todo aquél que quiera escucharme. Desarrollando y engrandeciendo mi misión. Dando gracias a la vida.
Y daré GRACIAS una vez más por recuperar “MI LIBERTAD”!!!
Antonia Forns (marzo 2020)
Un Mundo Mágico se abrirá ante nuestros ojos. Mientras: Reiniciamos sentimientos, tomamos conciencia del universo, valoramos todo aquello que alguna vez perdimos.
Volverá la Luz, una luz que nos abrirá los ojos para así crear ilusiones, momentos, historias de amor, misericordia divina…
Un halo de luz que veremos en todo y en todos, que nos elevará a tomar conciencia de lo que somos tan frágiles pero tan fuertes a la vez, tan pequeños pero tan grandes.
Uniremos nuestras mentes por un mundo mejor, lleno de Amor que es lo que mueve el mundo. Estaremos en el camino correcto. ⚜⚜⚜⚜⚜
El amor por y para todos. ✨💫💫💫☄ 💞
Lucía (marzo 2020)
La primavera sigue su ciclo. La vida no se congela. Todo sigue su camino a pesar del cambio de ritmo. Probablemente hemos acelerado el proceso, hemos descontrolado y se nos ha ido de las manos. Ahora bien, si echamos un vistazo a la historia, podemos reconocer que ésta no es lineal y que parece girar en extraña espiral: hay cosas que se repiten, incluidas las epidemias, pero, las situaciones no son las mismas. Algo hemos aprendido, algo hemos avanzado a pesar del miedo que sentimos. Sí, aunque el miedo tiene mucha fuerza y parece dominar la escena, la compasión y el amor han ido creciendo a nuestro lado y están de nuestra parte, están de parte de la vida en el más amplio sentido de la palabra, en toda su esencia.
Txaro (marzo 2020)
Y YO ME SIGO IMAGINANDO…
Me imagino SOŇADORA, jugando a SER…
MARIPOSA COLOR PÚRPURA que sorprende y se sorprende, que transforma y se transforma.
DELFÍN JUGUETÓN, fiel amigo y sanador.
BLANCO CABALLO, noble, fuerte y veloz que no se detiene nunca, jamás.
ÁGUILA MAJESTUOSA que observa desde la distancia con cautela y perseverancia, que se eleva hacia el infinito y desciende sin más, derrochando aires de libertad.
MÁGICA SIRENA que tan solo se asoma para dar luz a la oscuridad. Adentrándose, de nuevo, en su refugio y hogar. Profundidades que custodian sus tesoros más secretos, enterrados bajo el mar.
GUERRERA VALEROSA, justiciera, vulnerable e imbatible, sin dudarlo, lo sería una y dos mil veces más.
SABIO BÚHO blanco, gris y negro a quien la noche le regala la otra mitad de su vida.
DORADO CISNE que fluye en silencio en un estanque de aguas cristalinas, su bien más preciado. Paciente, muy paciente… con la certeza de que todo llegará.
Sería como la brisa de sal marina que te despierta cada día.
Como el sol que siempre brilla.
Como el cálido viento que te susurra al oído la verdadera verdad.
Sería el faro que ilumina tu vida. La flor que con su aroma obra maravillas. Música que despierta las almas dormidas.
IMAGINO tantas cosas…
Una más! que no la última…
IMAGINO notas musicales, una para cada persona, pues ellas son como la música, NO LA VES, LA SIENTES.
Antonia Forns (marzo 2020)
Miro y todo es exactamente como lo había imaginado. Todavía más bello si cabe: A veces la mente se traba con limitaciones que el Universo no tiene a la hora de crear belleza y perfección.
Ha pasado un año desde que nos avasalló la noticia que nos mantuvo en casa en cuarentena forzada y global.
Esa cuarentena que nos cambió la vida y nos abrió los ojos y el corazón.
Cuando miro atrás y vuelvo a esos meses de espesa incertidumbre, recuerdo que mi mayor tristeza y miedo venía de la ausencia de confianza que depositaba en las instituciones tanto gubernamentales como privadas para sacarnos adelante, para cuidarnos, para hacer de nuestro mundo un mundo mejor. Recuerdo que lo que nos angustiaba en lo profundo era tanto esa ausencia de confianza en nuestros gobiernos y en nuestros “mayores” como esa ausencia de amor por nosotros mismos como humanidad… Estos tiempos difíciles y dramáticos, de la forma más sorprendente, nos han regalado uno y otro… por primera vez en la historia de la humanidad, los humanos han elegido a personas benevolentes, éticas y capaces, para dirigir las cuestiones públicas y velar por el bien del planeta y sus habitantes.
No se hizo sólo y no fue fácil, pero, hoy, el sabernos “cuidados” y bien llevados nos ha vuelto solidarios y unidos como humanidad. Funcionamos mejor todos juntos, nuestra realización dentro del marco del “bien de todos” es un objetivo con el cual comulgamos, como individuos, como familias, como comunidades, como humanidad y nos ha devuelto la confianza y el amor que sentíamos haber perdido…
La situación se transformó de la forma más sorprendente. Nos llevó a empoderanos y empoderar nuestra parte más creativa para unirnos bajo la voz de los que nos hacían soñar de verdad. Nos pusimos activamente a tejer un sueño desde la valentía de luchar por nuestros ideales cuando vimos que a través de nuestros deseos seguridad y estabilidad a costa de nuestros valores más humanos, habíamos tejido una pesadilla.
El virus no entendía de fronteras, ni de extractos sociales, ni de etiqueta… y afectó a todos por igual. Los únicos que se salvaban eran los que siempre habían sido coherentes con sus valores, con su salud, con su ética… los que se mantuvieron el corazón abierto y al servicio. A ellos decidimos escuchar y los elegimos para orquestar el cambio de situación.
A la luz de lo que había pasado, se vio claramente que nuestro dinero no había sido bien usado. Ya no podíamos permitirlo. Cuando ya se sabía que no estábamos preparados para una pandemia, nuestros gobiernos habían seguido invirtiendo mal, y recortando en la salud y en los hospitales. Ante la pandemia galopante, la obsolescencia de sus estrategias y sus errores groseros a la hora de prepararnos para esto y protegernos fueron claramente revelados.
En el silencio de la impotencia otros elevaron su voz. Y por fin fueron escuchados. Por fin nos unimos en esa escucha. Atentos y conscientes. Y creamos una nueva sociedad. Amorosa y responsable.
Hoy la prioridad de nuestros gobiernos ya no es la economía o la guerra, hoy los gobiernos responden ante una institución mayor: un comité́ ético, compuesto por las personalidades más inspiradoras del planeta: Los corazones más puros y las mentes más brillantes y desinteresadas puestas al servicio de esos corazones a favor de toda la humanidad, todos los seres de este planeta para un bien mayor.
Hoy ya no podemos producir cosas inútiles y de mala calidad utilizando materias primas dañinas, a costa de esclavizar a los menos afortunados y de dañar el medio ambiente… para el capricho de unos pocos.
Hoy hemos vuelto a lo esencial. La producción es ética y coherente y ha de ser creativa. El objetivo primero no es hacer dinero, es servir y mejorar cualquier situación por el bien de todos y de la tierra.
Hoy ya no se puede hacer cualquier cosa en nombre de la libertad individual. Ya no somos una humanidad caprichosa. Nos importan los demás. Mucho. Son nuestra responsabilidad. Estos tiempos nos lo han enseñado.
Hemos entendido que cada uno de nosotros es como cada célula de nuestro propio cuerpo: juntos somos un cuerpo. Juntos somos la Humanidad. Y hemos de amarnos como Humanidad si queremos sobrevivir. Si no estamos sanos y bien estantes todos, no lo estamos ninguno. Lo hemos visto. Lo hemos vivido en carne propia este pasado año: No estuvimos a salvo hasta que cada uno de nosotros no estuvo a salvo y el último enfermo no acabó de curarse. Estos tiempos nos lo han enseñado. Y hemos aprendido.
Hoy nos cuidamos como seres y como humanidad y cuidamos a nuestra tierra y a todos sus habitantes.
Hoy ya no se puede maltratar a los animales. Por ningún motivo. Y menos por el absurdo capricho de comer un yogurt edulcorado barato.
Hoy seguimos siendo una humanidad omnívora pero ya no tenemos que avergonzarnos por ello. Podemos sentirnos humanos con la cabeza alta porque por fin manda el corazón. Conseguimos alimentarnos como cada uno siente lo más oportuno para si mismo, sin torturar, ni maltratar, sin alterar… somos una humanidad responsable, colaborativa y compasiva.
Gracias.
Alíx (marzo 2020)
Hace tres meses, alguien al que admiro mucho dijo que de esta guerra en forma de pandemia no todos saldríamos fortalecidos. Sentí rabia, miedo, decepción.
Aquellas palabras oprimieron mi corazón pero también me abrieron los ojos.
Hace tres meses, empecé a valorar más si cabe…esos momentos de meditación, de atención plena que me llenaban de calma, paz y que reconectaban con mi esencia. Hace tres meses, empecé a valorar más si cabe las acciones solidarias, el trabajo en equipo de toda una humanidad que luchaba junta. La responsabilidad y la compasión que asumió cada uno de nosotros. Por los demás…por uno mismo.
Hace tres meses eché tanto de menos los besos, los abrazos, las caricias, la piel, las voces, las palabras, las escuchas, las miradas y los olores que hoy doy sin dudar, sin miedos ni sombras.
Hoy, recibo sin dudar, sin miedos ni sombras.
Puedo decir, que soy una de esas personas que he salido fortalecida.
Mi familia y amigos están. Soy Afortunada. Gracias. Tengo trabajo y trabajo de lo que me apasiona. Con humildad digo: Gracias. Soy libre, brindo, río, sueño, soy feliz. He aprendido a compartir. Gracias.
Hoy, doy las gracias por cada momento, segundo que vivo. Hoy doy las gracias de corazón por estar!💚
Mar (marzo 2020)
Me levanté y todo olía a limpio
La naturaleza con los colores intensos invitaba a la calma, el concepto tiempo era de infinitud, parsimonia, desaceleración.
Los seres humanos no tenían raza, ni etiqueta que nos separa (si crisol de culturas en las que todos bebíamos, respetábamos y disfrutábamos) la comunicación mental rompió con la barrera terrorífica de os idiomas
Nos salieron alas para sentir la libertad extrema y movernos sin contaminar
No hacia falta ningún tipo de dirigentes, todos sabíamos cual eran los caminos para la convivencia y la aportación de cada uno en ese mundo
Las heridas se curaban con música, con danza, con el silencio y las artes en general
Se había olvidado qué quería decir la palabra guerra, odio, codicia, ambición.
Stella (marzo 2020)
Así soñó mi abuela el mundo que fuimos capaces de construir después de la gran crisis del 2020 que vivimos toda la Humanidad…
Yo tenia tan solo catorce años, incluso los cumplí durante la cuarentena que tuvimos que guardar para controlar el bichito, llamado COVID19 y familiarmente conocido como coronavirus… que vino a paralizarnos y despertarnos…escribo estas líneas a la edad que tenia mi abuela entones, 72 años, así que han pasado ni mas ni menos cincuenta y ocho años durante los cuales fuimos capaces de construir ese mundo que ella soñó y del que me hablaba constantemente en la esperanza de que uno a uno fuéramos despertando del sueño en el que estábamos sumidos y al despertar poder vivir la vida desde la Verdad, el Ser auténtico, divino y perfecto que somos,….el paso del bichito por nuestras vidas fue el detonante para que muchos despertáramos de golpe y otros quedaran infectados y pudieron despertar poco a poco ayudados por los que ya estaban despiertos y fuimos convirtiéndonos en “guerreros de luz” y nos llamamos así porque eso es lo que descubrimos que éramos al despertar, pura Luz y Amor, volcados en la causa del ayudar a despertar a los que aún permanecían dormidos y el hacer realidad desde nuestra verdad, la de cada uno y poder construir juntos el nuevo mundo que queríamos habitar…
El bichito causó mas estragos de lo que los científicos vaticinaron, a nivel personal no solo atacó los pulmones( la dolencia en pulmón indica tristeza…) de muchos a lo cuales asfixió y se llevó ( quizás ese fue el plan que trajeron y el dolor de su perdida ayudó también a nuestro despertar) pero con el tiempo se descubrió que donde mas atacó fue en nuestro cerebro, la parte de la mente consciente e inconsciente en la que habitan las creencias y los pensamientos en complicidad con las emociones que los alimentan y que somos incapaces de gestionar… este virus tuvo su parte buena: el despertar de nuestra poderosa Conciencia y pudimos sentir la caída del velo que empañaba nuestra visión de la realidad, distorsionándola e impidiéndonos ver la verdad que somos y que es la misma que habita en todos y cada uno de los seres del planeta…y nos obligó a entregar las riendas de nuestra vida al corazón, el gran motor transformador con su inagotable combustible, el Amor y todas las cualidades y virtudes que le adornan…..una vez que recuperas tu Conciencia asumes la responsabilidad de tu propia evolución….no hay vuelta atrás al sueño…….
Aquí empezó todo…. y no fue fácil el proceso de cambio… tuvimos que adquirir toda una maestría de transformación, ayudados por los seres y guías de luz que tenemos constantemente a nuestro alrededor, pero que apenas podíamos distinguirlos entonces por esos filtros mentales que nos impedían verlos… nos transmitieron sus experiencias y aportaron valiosas herramientas para el proceso…..he invocado a mi abuela porque aunque ella nunca se consideró guía de luz, para mi si fue una antorcha luminosa que estuvo siempre a nuestro lado enviando mensajes de amor y de luz…fue ella la que de pequeña me cantaba la nana de Paco Ibañez “Un lobito bueno” haciéndome dormir para soñar con un mundo diferente un mundo al revés decía la letra de la nana y yo le pedía me la cantara una y otra vez para poder dormirme y soñar con ese mundo diferente … fue a ella la primera a la que oí hablar de la necesidad de despertar del sueño en el que estábamos dormidos…y cuando le preguntaba que quería decirme con ello, recuerdo que me leía unas líneas del precioso libro “un curso de milagros para niños” apenas lo recuerdo pero si el mensaje que transmitía: “El mundo de Dios estaba en todas partes y lo era todo. El mundo de Dios estaba en el Amor y la Bellleza el mundo de Dios estaba lleno de música y de felicidad…los arroyos reían felices, la luz del sol bailaba y parpadeaba, los arboles susurraban su satisfacción… y Pequeño Cordero estaba en paz en el mundo de su Padre…(ella me acariciaba y me decía que yo era ese corderito…) y todos vivíamos en Amor y hermandad y su Padre estaba en ellos y a su alrededor…un dia su Padre llamó a pequeño cordero y le pidió ayuda.. en que puedo ayudarte? Tu eres perfecto y amoroso tal como son todas mis criaturas y cuando ellas están despiertas pueden ver su perfección pero a veces se duermen en sus sueños y olvidan quienes son, olvidan mi Amor, que ellos son amor y son perfectos….y tu pequeño cordero ahora debes dormir y soñar también pero en tus sueños recuérdame siempre y ayúdame a que tus hermanos despierten del sueño…y pequeño cordero obedeció y se acurrucó y durmió mientras su Padre le susurraba: Pequeño Cordero en tus sueños despierta a mis niños para que recuerden mi Amor por ellos y que ellos son Amor como yo…“
Puedo recordar con lucidez ese cuento que me leía entonces la abuela y comprender ahora el significado de esta metáfora del sueño…lo mas difícil del proceso fue desaprender las creencias limitantes por las que interpretábamos el mundo del sueño, una especie de realidad virtual y de los códigos y reglas con las que nos relacionábamos con los demás, nos hablábamos sin escucharnos y por tanto sin respetarnos, nos mirábamos sin vernos de verdad, sin percibir ni en nosotros ni en los otros seres humanos, la perfección y el amor que a todos nos une y con el poder de la palabra éramos capaces de herirnos por haber olvidado quienes realmente somos…
La maestría para la transformación se convirtió en el fundamento de la nueva enseñanza intergeneracional, niños, jóvenes y adultos todos unidos en la cauda de desaprender todo aquello que obstaculizaba el poder llegar a descubrir la verdad y al tiempo reaprender como seguir esta verdad desde el corazón, amándonos y aceptándonos como somos, perdonándonos y respetándonos unos a otros y resurgió como por arte de magia la intuición y la creatividad dentro de nosotros como un gran talismán para aflorar y apreciar la belleza en todo y en todos ….tuvimos que dedicar tiempo al crecimiento interior, al autocuidado, a cultivar los valores…la práctica constante de las herramientas que nos transmitieron nuestros maestros hizo que se convirtieran en nuestras grandes aliadas, muchas las conocíamos pero a penas las practicábamos con constancia: la respiración, la meditación, la aceptación y gestión de las emociones, el control de la mente y el enfoque de la atención…..múltiples y variadas herramientas pero la clave esencial en todas ellas era llevarte hasta tu Presencia…donde la Verdad, el Amor, la Luz la Conciencia refulgían como brillantes cualidades de tu Ser interior….y cuando experimentabas esto entonces el concepto de Unidad se convertía en una experiencia de Comunión y Unión con toda la Humanidad…podías contemplar la belleza del mosaico que estábamos construyendo…
No teníamos tiempo que perder debíamos provocar cambios en las mentes y corazones de todos y cada uno de los habitantes del planeta y ahora si que tuvimos como aliadas a las nuevas tecnologías que asumieron un nuevo código ético de positividad, estimulo y cooperación para avanzar todos juntos a la vez…..era como una contrarreloj colaborativa a nivel global porque los cambios dentro de cada uno impulsaban los cambios en nuestras sociedades y sus dirigentes…como piezas de dominó fueron cayendo las viejas estructuras, políticas y económicas y los que en ellas se escudaban… y a medida que caían pudimos recuperar nuestra responsabilidad a nivel personal, avanzando en el autoconocimiento, respeto y compasión, para poder asumir también la responsabilidad a nivel social desde la unidad, la igualdad y la solidaridad….todos teníamos que aportar algo a la gestión de lo colectivo en nuestra comunidad local en la que habíamos decidido libremente vivir según nuestra verdad y sueño, nuestro pedacito de mosaico multicolor …. el mundo se inspiró en el modelo de gestión que desde hacia mas de dos siglos los bahais (Bahaulláh su fundador) habían puesto en marcha con unas asambleas locales elegidas mediante democracia directa entre los mas preparados de cada comunidad local y así en pirámide a nivel nacional e internacional para los asuntos globales, la Casa Internacional de Justicia, formada por notables maestros iluminados, era la nueva encargada de resolver discrepancias y aportar soluciones a nivel global, estábamos diseñando una nueva civilización para una Humanidad colaborativa y empática….
Si, claro que era posible lograrlo porque la llama de la transformación y el descubrimiento de nuestra propia verdad interior, prendió la llama de la antorcha olímpica de la Verdad y la Consciencia a nivel global y sistémico….las nuevas generaciones de guerreros de luz ya estaban preparados, mis hijos y mis nietos eran libres, felices y amorosos en este pedacito de paraíso….los estoy viendo jugar en el precioso jardín de nuestra casa en la serranía de Gredos donde nos criaron mis padres y ahí junto al huerto que cultivamos y donde empieza el caminito que lleva al bosque, esta aparcada la autocaravana de mi abuela,“Lovetopia”, en la que antes de desencarnarse, fue recorriendo las costas de su adorado e inmenso océano y atravesando diferentes parajes ayudando a despertar al mayor numero posible de personas… hoy su autocaravana esta convertida en nuestra sala de meditación y es como un rinconcito de paz y cielo que ella nos legó y en el que meditando nos conectamos cuánticamente con ella en esa nueva dimensión de Energía que somos y que nos une eternamente….hoy desde arriba estará bien orgullosa contemplado su mosaico de múltiples y brillantes colores…
Guady (marzo 2020)
Hoy es el día en que acepto las cosas como son. ¿He tardado? Quizá, pero ha valido la pena. El tiempo siempre tiene tiempo… más aún llegados al tiempo del no tiempo, en el que todo es ahora.
La plenitud ha venido porque nos atrevimos a hacer la travesía. Supimos agradecer. Supimos aceptar. Supimos soñar. Dejamos de tener miedo incluso al propio miedo. Percibimos la oportunidad que se presentó. Rumbo a lo desconocido.
Los deseos no desaparecieron. Pero se suavizaron. Se quedaron en eso, deseos y no urgencias. Ya no negamos nada. Lo apreciamos todo. Hoy día damos las gracias a diario, muchos ya lo hacíamos. Pero la práctica adquirió un nuevo significado. Se volvió más sabia la alegría de hacerlo: la experiencia de la devoción como una dádiva.
Desarrollamos la conciencia de la unidad y el reconocimiento de que lo que afecta a todos afecta a uno, y lo que a uno a todos. Nos hemos reconectado con lo sagrado: en nosotros mismos, en nuestros seres queridos, en extraños que nunca más lo serán.
Hemos ascendido. Sin miedo a descender lo que aún haga falta para ir a por nuestros hermanos. Y arriesgando lo que ya conocemos para ascender más aún, de la mano de los que ya están ahí.
Todo esto es invisible. Quizás más invisible aún que ese fenómeno que afectó al mundo y terminó por darnos el reinado de la nueva Tierra. Superamos de una vez por todas esa insistencia en que hay que ver para creer. Hemos convencido a Santo Tomás de que a partir de ahora será al revés: creer para ver. Fuimos diseñados para ello, desde siempre. No podemos evitarlo. ¡Hasta el que no cree, cree en que no cree!
Ya no tememos a la palabra Dios. Ya no le tenemos rechazo. Sabiendo que el monasterio lo llevamos dentro, la aceptamos al igual que cualquiera de sus sinónimos. Universo, Fuente, Luz, Naturaleza, Amor: a cada uno de estos sonidos ofrecemos nuestra intención. La honra de su nombre brilla en nuestra reverencia. Reside en la más profunda inocencia, a la cual nos devuelve cada vez que se lo pedimos. Es suficiente con conectarse. Llegar a quererlo. Recordar quién es uno.
Un regalo: el recuerdo viene a través del encuentro. Porque todo es relación, ahí está la posibilidad de un vínculo. Estando juntos, vale con creer uno en el otro y ayudarnos en ese camino a casa. Algunos nos habíamos alejado, pero ahora volvemos. Estamos cada vez más cerca. Vivir es regresar. A veces más deprisa, a veces más despacio.
¿Qué me hizo tardar? ¿Qué me detuvo cuando lo que añoraba era cruzar el desierto con inmediatez? ¿Por qué se demoraban también las palabras, sabiendo ya que su destino iba a ser este texto? Por mucho que quisiera añadirlo con rapidez al libro de la vida, su gestación me exigió que fuera de otra manera. Se disfrazó de temor, de oscuridad, casi de ausencia en uno u otro momento en el que la esperanza se desvaneció. De haber insistido, no me quedaría más que ofrecer al mundo una visión más pobre de la que deseaba regalarle. Supe entonces que sería una traición meterle prisa.
El amor tiene tiempo. Cruza el desierto momento a momento. Se arriesga. Sabe cuándo avanzar o cuándo esperar. Como quise amar decidí escuchar, y me dijo:
Soy el que une lo que ves y lo que no: el juego y la danza de lo visible y lo invisible. Soy esta pausa, estos pájaros y este mar que hoy te acompañan. Soy ese bullicio de entonces, esa ayuda feroz entre tantos, esos giros inesperados de aquellos días, ya lejos, aún cerca… Me he ido y vuelvo. Estoy y me iré. Dudarás si ahí sigo… Ahí seguiré.
Entre gracias y aplausos, lágrimas y sudor, gritos y sangre, esperanza y plegarias, viajes astrales y profecías varias, llegamos a la orilla del nuevo mundo y del nuevo día. Entre muertes y nacimientos y renacimientos, la bonanza nos cogió en sus brazos y el ruido de las tempestades fue quedando atrás. Su recuerdo nos hizo a todos más humanos, más amables al llevar a cabo la gran obra universal.
Bajo a la playa y me doy un paseo. Saludo al viento, toco la arena, me baño en el agua. Abrazo a mis seres queridos. Presentes y ausentes. Os quiero a todos. Telepatía absoluta. Gracias por esperarme.
¡Aleluya!
Nuno (abril 2020)
Nuevos tiempos….
Todo esto del virus lo primero que me regala es…..tiempo
Recrearnos …renacer…oportunidad para crecer
Acabamos de empezar….a despertar….
Entrando en un nuevo ciclo…..
Recordando….quien soy …..
Entrego al universo ….todas mis dudas y lamentos….
Liberando las antiguas creencias
Creando una nueva armonía interna, melodía de amor
Imaginándome el mundo q quiero
Esto ya lo hacía, de pequeña cuando no entendía ….
Luz fantástica que ilumina cualquier oscuridad
Oleadas de un nueva realidad….que empezamos a intuir….
Alegría…..porque todo esto ….dice q es posible otra forma de vivir la vida….
Liberando…historias tan viejas….
Abriendo ventanas, cajones y puertas
Tomando a la vida que estamos en primavera
Ideas nuevas q piden ser oídas…
Escucho al corazón para elevar la antigua vibración
Recordar que es unir…todas las partes en mi interior….
Removiendo los nudos que creía me sostenían
Abrazando….esta vida que siento que es un maravilloso regalo 🙂
Inma (abril 2020)
“Renuevo mi propósito del alma de bajar el cielo a la tierra para mí y para todos y honro la magia creativa de la incertidumbre de cada instante.
Convoco mi valentía de abrazar mi sentimiento de estar asustada cada vez que lo esté, a la vez que siento siempre mi corazón y mi verdad latir fuerte en mí, como la semilla de un nuevo camino que se abre ante mí como destino.
Hoy es el día en que los gobiernos piden perdón a sus poblaciones por haber cerrado los parques y las playas. Vuelven a abrir todos los espacios naturales para que la gente pasee, haga deporte, sin juntarse y sin masificarse.
Hoy es el día en que los gobiernos piden perdón por haber invertido tanto en economía y armamento y haber descuidado la sanidad.
Hoy los gobiernos piden perdón a sus poblaciones por haber dado demasiado poder a lo que no era esencial y no haber sabido evitar esta situación.
Hoy los gobiernos del mundo entero piden perdón a toda la humanidad por no haber sabido hacerlo mejor.
Así como los padres del mundo entero piden perdón a sus hijos por no haber sabido hacerlo mejor, piden perdón por no haber sabido siempre tomar las mejores decisiones…
Así como cada uno de nosotros pedimos perdón a nuestros cuerpos por todos los descuidos y caprichos.
Todos pedimos perdón a nuestros animales, a nuestra tierra por no haberlo sabido hacer mejor… pedimos perdón por los descuidos, los abusos inconscientes, las decisiones tomadas desde el miedo…
Hoy todos pedimos perdón por todas las decisiones que no fueron tomadas desde el amor.
Pedimos perdón y nos liberamos de la culpa.
Nos empoderamos con la responsabilidad.
Abandonamos nuestros miedos y nos refugiamos en la bondad. Nuestra genuina bondad. Aquella que late en cada uno.
Hoy es el día en que la tierra se unifica a través del corazón brillante de cada uno de nosotros.
La mayor bondad es la que nos lleva a alegrarnos por la dicha del otro.
Hoy es el día en que ya nadie puede prosperar a costa de otro. Ganar es cuando todos ganan y nadie pierde.
Las grandes corporaciones, cuidan de sus trabajadores y se enorgullecen de saber que gracias a que trabajan en su negocio tienen una vida prospera y digna.
Ya nadie tiene miedo de faltar de nada: la acumulación de bienes y el atesoramiento, hoy, dejó de tener sentido para siempre.
Todo se comparte y todo circula.
Claro que siempre habrá ricos muy, muy ricos más que nadie y más que nunca, pero ya no habrá pobres que tengan una vida no digna e infeliz.
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El 22 de abril 2020, es el día en que los gobiernos y los poderes mundiales valoraron las acciones de los que creyeron en la humanidad y el despertar de la consciencia y apoyaron sus empresas. Rescataron las que lo necesitaron y servían al bien común.
Ese día se decidió valorar las encuestas de mercado en la que se les pregunta su opinión al ciudadano en vez de espiar sus automatismos con algoritmos en redes. Escuchando en vez de espiando, les devuelven su dignidad y el valor de la expresión clara desde un corazón consciente.
A partir de ese día se glorificó la individualidad de cada ser humano como un tesoro único e irrepetible… como cada nota de una sinfonía grandiosa… cada nota, bien distinta de la anterior, pero igualmente imprescindible.
Y a partir de entonces, el conocido eslogan: Libertad, Igualdad, Fraternidad se amplió con Individualidad… honrando así en nuestras vidas el respeto y la creatividad de cada uno.
Desde el amor y el bien de cada uno y de todos.
Nos abrazamos.
En un abrazo incluyente.
Que no deja a nadie, ni nada fuera.
Gracias, gracias, gracias.”
Alíx (abril 2020)