El Cuento del Alacrán 

“El sabio Kora vio que un alacrán se estaba ahogando. Decidió sacarlo del agua, pero, cuando lo hizo, el alacrán le picó. Por la reacción al dolor, el sabio lo soltó, y el animal cayó al agua. Kora observó que de nuevo estaba ahogándose, por lo que volvió a sacarlo otra vez y, otra vez, el alacrán le picó. Alguien que había visto la escena, se acercó al anciano y le dijo:

—Perdone, ¡usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua le picará? Kora respondió:

—La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar. Y entonces, sirviéndose de una hoja, el anciano sacó al animalito del agua y le salvó la vida. Al poco, dijo al visitante:

—No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones… Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.”

– José María Doria (Las 40 Puertas)

 

 

Este cuento me ha hecho clic en muchos aspectos y ha sido una “brújula” muy práctica para atravesar algunas aguas turbias de este mes y acompañar a otros en “bucear” las suyas.

“No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.”

Pase lo que pase respeto mi naturaleza. Tomo simplemente precauciones. Y me muevo desde ahí, desde el respeto de mi naturaleza y nunca desde la condena, el miedo, el desprecio, ni la venganza… aunque ahí estén a veces, susurrando falsas soluciones.

Me reafirma en lo que llevo tiempo intuyendo: el gran reto aquí es atreverse a ser uno mismo, a ser auténtico. Sin miedo.

Sólo puedo ser auténtica si no me creo el miedo y sólo cuando considero el miedo como una ilusión, me queda claro que todo es amor.

Es el circulo virtuoso que me propongo cultivar.

Mi gran reto es sostenerse en esa pregunta: ¿Quién soy? ¿Qué soy? Y dejar que la vida responda a través de mi, en cada gesto, en cada palabra, en cada mirada.

 

Gracias.

Alíx