Como si el techo de un mundo fuese el suelo de otro…

fotografía y obra: Marcelo Van ES – arte_de_naturaleza

 

“Intentaremos expresar el amor a través de algunas metáforas…

Una de ellas es, por ejemplo, la humedad que posee la arena de la playa cuando está cerca del agua.

Cuando la arena está humedad, tenemos la capacidad de estructurar y construir castillos o taparnos con ella.

La arena cobra una contextura que le permite ser una unidad.

La humedad, que no es parte de la arena, al integrarse a ella, le da un sentido de completura, un sentido de integración.

Si no fuese por esta humedad, si no fuese por el océano que está allí cerca, si no fuese por la humedad que se adentra dentro de la arena, si no fuese por esta condición,

habría una imposibilidad total de hacer forma alguna con la arena…

 

Pues algo así es el amor.

 

El amor provee una condición de integración. El amor junta, el amor reúne, el amor integra es una fuerza maravillosa… se parece en esto a la gravedad.”

 

Sesha “El Amor Integra”

 

 

 

Aprendí el mes pasado que gracias a la repulsión de nuestros átomos, todo se mantiene en su lugar.

El rechazo y la resistencia mantienen nuestro mundo así. Como lo conocemos. Separado.

Entonces, si los átomos dejaran de repelerse, nos fundiríamos.

¿Será eso que llamamos el Todo?

Sin la repulsión volveríamos a la Unidad,

y nuestro mundo, así como lo conocemos, dejaría de existir.

¿Será eso que llamamos muerte?

 

Entonces, dentro de este mundo, en el que todas las cosas son separadas,

existe el amor que nos permite experimentar la unión sin fundirnos,

sin desintegrarnos.

Experimentamos la unión, manteniendo nuestra individualidad.

Experimentamos la unión y se nos regala la capacidad de construir juntos.

El amor aquí, en este mundo, nos regala la capacidad de crear.

 

Cada granito de arena conserva su entereza e integridad,

se une, sin fundirse, y crea algo más grande,

un castillo, un proyecto, una relación…

 

Un mundo amoroso en este mundo dual y terrenal,

antes de fundirnos en el Océano. El gran Uno. La eterna Conciencia.

 

Como si el techo de un mundo fuese el suelo de otro…

 

Gracias,

Alíx